El título de hoy tiene un muy doble sentido. Por un lado estoy en el último día de la descarga de hidratos y ya me siento vacío pero todavía más después de subir hoy el Monte Caballar a un buen ritmo. Se lo iba diciendo a Juanjo y a Nacho: que ganas tengo de comer el desayuno de mañana, voy pensando en ello todo el rato. Hete aquí que en ese momento sube hacia el Caballar desde la fábrica Nestlé, un olor a chocolate impresionanate. Buahhhhh!!! casi me tiro de la bici hacia La Penilla en busca de una buena tableta de chocolate. Por otro lado el olor a chocolate también me viene de lo que me parece que nos vamos a encontrar el sábado. Si como dan la previsiones, llueve el viernes o el sábado, va a haber chocolate del bueno y éso hará que la carrera sea todavía más dura e imprevisible. Personalmente tengo ganas de hacerla en un día así, con barro y agua. Probablemente me congele porque soy un frioleras de la leche pero me gusta la épica y la quiero vivir de todas las formas posibles. Lo siento por los espectadores y por mis niños que pasarán todo el día por allí pero a mí que me den agua, barro y no tanto frío. Ayer descansé y me dí un masaje profundo ¡Joder qué dolor! y ¡Joder qué masoca soy después de releer lo que acabo de escribir!! ¡Ya está aquí!
No hay comentarios:
Publicar un comentario