domingo, 14 de febrero de 2016

DOS OROS Y UN BRONCE CON SABOR A ORO











Anoche me metí a la cama a las 1:45, fui con Laura al cine y la verdad, ésto siempre me viene bien, pierdo horas de sueño pero me olvido un poco de lo que recorre mi cabeza durante todo el día que ya podéis suponer qué es. El Regional de Cross es la prueba MAYÚSCULA, mi suspiro, mi anhelo, éso que me hace madrugar a las 6:13 de la mañana, lo que me tira de la cama en días de agua, helada o viento, aquello en lo que ya pienso en el mes de noviembre, lo que me apea de la bici por unas semanas... A estas alturas, uno ya se conoce bastante bien y sé  cuando estoy en forma o no lo estoy, cuando puedo correr mucho y cuando un poco menos. No engaño nunca, si estoy bien lo digo y si tengo una arritmia paroxística también. Lo he dicho en estas últimas entradas, estoy bien, mis tiempos son muy buenos pero no es lo mismo entrenar que competir. La prueba del algodón es la competición y hay que demostrarlo. 
Mi amor por el cross ha crecido mucho, está creciendo mucho en mis dos niños e igualmente el Regional ya no es cualquier carrera para ellos. En broma, siempre les he dicho que el título de Don se adquiere ganando regionales, Ricardo lleva 5 y Marcos ha conseguido hoy su primero. Al entrar a la furgo, con una sonrisa de la leche me ha dicho: ¡Papá, ya sabes, DON Marcos! Han corrido extraordinariamente bien, Ricardo, con su catarro a cuestas, se fue nada más empezar y Marcos en un carrerón de la leche, sólo, casi de salida, se la jugó al sprint con el niño que venía remontando y que a todos nos hacía creer que iba a ganar. En fin qué puedo decir que no digan esas fotos.
Después de sus dos carreras me metí a la furgo completamente mojado, con frío y ya con nervios. No entré en calor hasta que ya llevaba 10' de calentamiento. Preveía una carrera rara, mal tiempo, mucho viento, mucha gente luchando por el pódium. Si otras veces he salido tirando, hoy no era mi intención pero tampoco sabía si iba a tener la sangre fría suficiente para no hacerlo. Con el último episodio de arritmia en el momento del pitido inicial, me pongo tenso en los instantes precedentes y justo al empezar pero sé que todo desaparece tras el primer km.  Cuantas caras conocidas y una alegría por encima de todas, el Señor Manu Gómez, un verdadero placer volver a correr junto a él, verle de nuevo competir, ver su estilo único, así se lo dije antes de salir. 
Pistoletazo de salida y a jugar las cartas, primera vuelta escondido en los puestos de cabeza y os puedo asegurar que ya en esos primeros metros despejé la incógnita que en la entrada de ayer escribí, Pepín Fuentes Pila, lo ví claro, está en forma, su correr ganando posiciones y buscando a Crespo, su paso por el barro, su gesto, bastó para subirle al carro de los aspirantes a pódium. Crespo tomó el mando, con arreones en muchas de la curvas, aceleraciones a favor de viento y ritmo cómodos en contra. Pasé mis peores momentos en esas 2 primeras vueltas, me puse a cola y a punto estuve de perder su ritmo, pero Yo venía a por pódium y mi cabeza así me lo repetía. Empecé verme mejor  y mejor, Crespo comenzó a acelerar, Pepín dejó pasar a Roberto y luego a mí, señal en su contra e igualmente vi en Roberto un momento de flaqueo que me hizo salir a la estela de Crespo, como siempre, más para sacar un distancia a mis perseguidores que para intentar ganarle a él. Hachoumi fue mi compañero de viaje, él no contaba para el regional, así que mejor aliado imposible. 
Fueron tres vueltas atope y pude resultar muy fácil decirlo ahora pero estaba seguro de que o sacaba más distancia a Fuentes Pila o se repetiría la historia del año pasado, es decir, una última vuelta agónica intentando que no me cogiera para jugárnoslo todo en la recta final. Pues ni más ni menos se repitió la historia, casi casi igual porque me limó todos los metros para rebasarme a 30m de meta.
Buff casi me tengo que parar porque lo dí absolutamente todo y si con éso no basta pues sólo queda FELICITAR a los rivales y en este caso a Pepín Fuentes Pila. 
He entrado en meta igual de FELIZ, he conseguido pódium a mis 43. Lo sé, soy pesado repitiéndolo, 43, 43, 43, pero no lo puedo remediar HE CONSEGUIDO PÓDIUM A LOS 43.
Un último detalle vi a mis hijos esperar en meta para dar la mano al segundo y al tercero. 

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