El Trail Costa Quebrada lo tiene todo, sobre un terreno sinigual, de una belleza suprema que auna dos pilares cántabros mar y montaña se edifica con cariño y mimo el Trail más espectacular de Cantabria desde mi humilde punto de vista y desde el cariño que por cercanía y vivencias me provoca. A veces el termómetro que puede medir una carrera es las ganas que provoca en los espectadores el vivirla en primera persona algún día y el TCQ provoca esta ilusión, las ganas de calzarse las playeras y correr por este trozo de la costa Cántabra, verse algún día en la línea de salida. Tiene participación, tiene nivel de corredores, tiene ilusión en la organización, tiene edad, tiene espectadores y tiene una cosa muy cántabra asociada al mes de abril que es, que el día puede salir bueno, o malo. Ya he vivido las dos caras y sinceramente, igual me quedo con la segunda. El sábado llovió mucho y el domingo por la mañana también. Yo me acercaba a la carrera pensando que tocaba vivir un día cántabro y os aseguro que estaba hasta contento porque de seco a mojado es otro cantar, otra película y como los 2 últimos años fue en seco pues me apetecía vivir o revivir la experiencia del primer año en mojado, con terreno muy resbaladizo por una fina capa superficial de barro en la parte costera inicial y algún tramo de barro pesado en la parte de montaña. El barro provocó la indecisión entre las playeras que llevaba preparadas y otras de más taco y menos cómodas. Elegí las segundas, no tengo claro si me equivoqué o no, pero me hicieron sufrir de lo lindo, más de lo esperado, cada bajada con los dedos de los pies golpeando adelante se convirtió en un auténtico suplicio, de nuevo uñas inyectadas en sangre y una buena inflamación del primer metatarsiano ¡Qué desgracia de pies!. Si a mi habitual falta de pericia en las bajadas sumas el dolor descrito, pues la carrera se convirtió un ir y venir continuo. Creo que fui el más duro en las subidas, las hice corriendo y con unas sensaciones enormes todas, saqué metros de ventaja en las más duras pero igualmente perdí esa ventaja en todas las bajadas y cuando no la perdía del todo, me equivocaba de camino y volvía a perder la ventaja ganada. En el último kilómetro y medio ya las piernas me flojearon y el último km, coronado ya el Tolío fui un calambre todo que me hizo dudar de hasta si llegar a meta. Con todo acabé muy contento la carrera con mi cuarto puesto y segundo veterano, con el ritmo puesto y sobre todo por ver a un Adrián enorme, valiente desde la misma línea de salida, hábil y coordinado en la zona de barro, al mejor nivel en las bajadas, echándole raza al asunto y con capacidad de no desconectar cuando Fermín y yo le sacábamos algún metro. Sin duda es ahí, Adri, donde te hiciste con ese segundo puesto que bien pudo ser un primero. Siempre os lo he dicho, yo, os entreno para superarme a mí y a todos, y éso me llena de ORGULLO.
Total que un Trail Costa Quebrada más, VIVIDO, CORRIDO Y DISFRUTADO exponencialmente al ver a los atletas de BRAGUÍA1147. Entrenamientos copar pódiums y excelentes resultados.
Siempre grande Ricardo; un ejemplo a seguir.
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