La noche del sábado no dormí bien, me pesaban las piernas de los 16 kms que me hice por la tarde. No os engaño, salí a despejar dudas y saber si podía correr o no, estar seguro de lo que iba a hacer y cayeron los 16km por debajo de 4' con aceleraciones que no son ni para contar. A las 6 de la mañana ya no podía parar en la cama y me levanté para ir adelantando planes de entrenamiento. En el cuerpo notaba adrenalina, iba cada dos por tres al baño. A las 9:30 en marcha, enseguida la primera carrera, Ricardo. Todos le decimos que no se vaya tan pronto que aguante un poco más con el grupo y que luego ya tendrá tiempo para correr. Imposible, no tardó ni 200m en iniciar la cabalgada en solitario. Sé que a veces lo intenta pero es superior a sus fuerzas. Luego tocó a Marcos, estuvo malo el fin de semana pasado pero le veía con ganas. Sencillamente, me quedé impresionado, por la raza que hechó, lo dio absolutamente todo y en la meta, él que es un poco asmático, no podía ni respirar. Quedó quinto pero lucho el tercer puesto hasta la extenuación. Creo que éste va a correr mucho.
Después de esto me metí a la furgo y descansé hasta la 1 de la tarde, momento de empezar a calentar. como Ricardo pensaba en no hacer alardes, rodar con el grupo y limitarme a la vuelta final. Imposible, la carrera salió fuerte y sin completar la primera de las tres vueltas me puse al frente, enseguida me fui, saqué metros y no sé porqué me seguí exprimiendo. Bueno en la cabeza, me tenían obsesionado los saltos de valla, quería llegar sólo en la última vuelta y hacerlos con mucha calma, pisar en la madera y no machacar más los isquios.
La verdad es que la victoria me ha hecho ilusión, soy consciente de que lo que conseguí el domingo anterior en sénior es más valioso pero a mí me hacía más ilusión ésto. Deben ser cosas de la edad. Era mi primer objetivo de la temporada y ya lo tengo en mis manos. Ahora espero acabar de recuperar los isquios y me planteo disfrutar de lo que queda.
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